28 may 2011

Barça conquista la cuarta 'Orejona'

Barcelona borra al Manchester United para sumar su cuarto título europeo; 'Chicharito' juega todo el partido


LONDRES, Inglaterra, Mayo 28, 2011.- FC Barcelona demostró una vez más el por qué es el mejor equipo del mundo. Manchester United parecía ser el rival idóneo para esta Final de Champions League, pero no se vio ese equipo agresivo, que le pierde el respeto a sus rivales, y fue borrado de la cancha del Wembley Stadium, en tierras inglesas, para caer por 3-1.
Con ello, Barcelona conquistó su cuarta Copa de Europa, hoy Champions League, tras los goles de Pedro (27'), Messi (54'), y Villa (69'). Por los Red Devils descontó Wayne Rooney, al 33'. Eric Abidal terminó el juego como capitán y fue el elegido para levantar la "Orejona" en un homejae por demás merecido.
Manchester United inició el partido perdiéndole el respeto al Barcelona, lo encasilló desde el silbatazo final. Javier Hernández fue el hombre más buscado, le surtieron balones a raudales, pero no logró evitar el fuera de juego. Un intento de disparo desde la media luna fue tapado por la zaga sin permitir que el balón llegara a las manos de Víctor Valdés.

Fue Rooney el siguiente hombre a surtir de balones, pero un servicio elevado fue rechazado a dos puños por Valdés, su primera intervención en siete minutos de haber iniciado el cotejo. Dos minutos después, Piqué y Valdés no se entendían y cosecharon nervios entre los catalanes; sin embargo, el marcador seguía sin goles que mostrar.

Tras 15 minutos, Barcelona comenzó a mantener el dominio del esférico hasta el descanso, con una posesión del 66 por ciento a cambio del 34 por ciento para Manchester United, lo que despertó la desesperación del técnico Sir Alex Ferguson, quien, como pocas veces, se levantó de su banca para dar indicaciones e incluso mandó a calentar a tres hombres.

David Villa afinaba puntería con un disparo ligeramente elevado; Messi presionó y ganó a Ferdinand, pero atrás Van der Sar logró resolver, hasta que al minuto 27 Pedro definiera por derecha un servicio filtrado de Xavi Hernández, el "cerebro" del cuadro catalán.

Con ello, el United no le quedó otra más que presionar, con "Chicharito" en punta y con Wayne Rooney de un lado a otro, con Valencia en sus intentos por encontrar a un hombre en el área en los centros por derecha y a un Ryan Giggs impreciso, pero que se involucró más al frente en la jugada del gol, en la que realizó pared con Rooney para que éste definiera con la diestra y realzara el nivel de juego, la tensión y el prestigio de los Red Devils.

Barcelona trabajaba en jugadas a balón parado, pero Pedro no lograba resolver, y a tres minutos del final del primer tiempo, Messi no logró cerrar una pared con David Villa. Viktor Kassai, árbitro central del partido, no agregó más y reservó la gloria para el segundo teimpo.

El segundo tiempo auguraba una lucha épica, con un Manchester United mejor en las estadísticas de disparos y posesión del balón; no obstante, Barcelona se mostró, como lo ha hecho en muchas ocasiones, ser una "máquina avasalladora", que no tiene piedad de sus rivales y aniquiló, borró de la cancha de Wembley al Manchester United una vez más.

La historia de Roma en 2009 se repitió; esta vez no estuvo Eto'o, pero Lionel Messi, quien terminó por ser el hombre del partido, apareció una vez más como verdugo; hizo el 2-1 para que después, con un "señor gol", David Villa liquidara el enfrentamiento.

Al Manchester United se le vio deprimido, el ecuatoriano Luis Antonio Valencia parecía el mejor ejemplo de ello. Wayne Rooney se murió con el corazón en la mano, batalló, peleó todas las pelotas que corrieron por sus pies o cerca de ellos. Javier Hernández sólo pasó lista. Edwin van der Sar debió irse con el premio de consolación, el título de la Champions League se le negó en la puerta del retiro.

Así, con un futbol soberbio, ambicioso desde el más noble sentido de la palabra, Barcelona se impuso, pudieron ser más goles con los cañonazos de Xavi Hernández, pero Edwin van der Sar no soportó ver más esféricos en sus redes.

Al final, Manchester United no permitió que su orgullo lo llevara al desquicio, aceptó la derrota ante el mejor equipo hoy por hoy, liderado por Sir Alex Ferguson se despidió de mano de los jugadores blaugranas, recibió con resignación sus medallas de segundo lugar y dio paso a las celebraciones del Barcelona.

Josep Guardiola y toda la institución blaugrana rindió, a su vez, un merecido homenaje a Eric Abidal, ejemplo de lucha en la vida, tras ser operado de un tumor en el hígado, y fue quien, como capitán, levantó la cuarta "Orejona" para el FC Barcelona.

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